El acceso a un ambiente limpio y sano también es un derecho humano

El reconocimiento de ASOQUIMBO como Proceso Social Comunitario 2024 por parte del Premio Nacional de Derechos Humanos y respalda la lucha y valentía de las personas que defienden el ambiente.
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“Todos los seres humanos dependen del medio ambiente en el que viven. Un entorno seguro, limpio, saludable y sostenible es indispensable para el pleno disfrute de una amplia gama de derechos humanos, entre otros el derecho a la vida, la salud, la alimentación, el agua y los saneamientos”. Se lee en la página web de la ONU sobre los derechos humanos y el ambiente.

Esta conexión entre los derechos humanos y el ambiente se hace fundamental ante la triple crisis planetaria que vivimos y la creciente violencia que enfrentan las personas que defienden los derechos humanos y ambientales. De no prestar atención a esta situación, se podrían revertir décadas de progreso en el disfrute de los derechos humanos.

La sociedad civil colombiana en su labor de defensa de los derechos humanos ha sido la que por años ha defendido el derecho al territorio, el agua y la vida de las comunidades en el país. Por esta razón, y como parte de la semana de conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos, desde el Fondo Noruego para los Derechos Humanos (FNDH) celebramos y nos solidarizamos con la labor de personas y organizaciones de la sociedad civil defensoras de los derechos de las comunidades, la naturaleza y el territorio.

La defensa del ambiente es reconocida por el Premio Nacional de Derechos Humanos

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El 11 de septiembre de 2024, durante la ceremonia de la versión XIII del Premio Nacional de Derechos Humanos, la Asociación de Afectados por el proyecto Hidroeléctrico de El Quimbo (ASOQUIMBO) fue reconocida como el proceso social comunitario del año en Colombia.

Este premio es un reconocimiento a la lucha y valentía de los miembros de ASOQUIMBO quienes defienden el ambiente en el suroeste de Colombia, uno de los países donde se ejercen mayores riesgos para las personas defensoras de derechos humanos. Además, este premio es un respaldo a su labor en defensa del territorio, el agua y la vida.

Iniciativas desde la comunidad internacional como el Premio Nacional de Derechos Humanos representan un impulso y protección para las comunidades que defienden su territorio de grandes intereses económicos, llevando sus reclamos de protección de derechos y reparaciones adecuadas hasta a estrados judiciales.

Defensa por la vida, el territorio y el agua en el Huila

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Bajo la consigna de ‘Aguas para la vida y no para la muerte’, ASOQUIMBO trabaja por la defensa de los derechos humanos de las comunidades afectadas por las represas en el departamento del Huila, en Colombia. Su labor tiene origen en las luchas campesinas que, desde 2009, ha desempeñado como actor movilizador de comunidades campesinas y pescadoras artesanales ante las múltiples vulneraciones a sus derechos ocasionadas por la construcción de represas.

Luego de la declaración de utilidad pública de más de 42.455 hectáreas para la construcción de la Central Hidroeléctrica de El Quimbo, el megaproyecto requirió la inundación de 8.586 hectáreas de tierras, provocó la contaminación del río Magdalena, cambios negativos del ecosistema, la pérdida de la capacidad productiva del departamento, el desplazamiento forzado de las comunidades y el cambio radical de las formas de vida de cientos de familias.

Conoce en este video la historia de Luz Restrepo, una de las pescadoras artesanales afectadas por la construcción de la Central Hidroeléctrica de El Quimbo:

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La trascendencia de lo acontecido en El Quimbo rememora la explotación de recursos naturales por empresas transnacionales y los riesgos causados a las comunidades que se oponen a estos proyectos de gran envergadura como en su momento fue la Concesión Barco y la Concesión de Mares a principios de siglo XX. Las comunidades afectadas por la represa aún no reciben una compensación y reparación satisfactoria por las afectaciones a ellas y su territorio.

Integrantes de ASOQUIMBO también han sido víctimas de agresiones por cuenta de su trabajo en la defensa de los derechos humanos y del ambiente al reclamar vulneraciones a los derechos de las comunidades respecto a la seguridad alimentaria y un ambiente sano, limpio y sostenible.

En 2023, 11 personas que ejercían como líderes sociales y pescadores artesanales del río fueron asesinadas. Los hechos de violencia contra los liderazgos ocurren en un contexto de conflictos socioambientales ocasionados por la construcción de las represas de El Quimbo y Betania.

Desde el FNDH felicitamos a ASOQUIMBO por este merecido premio que reconoce su valentía y trabajo por la defensa de los derechos humanos. Seguiremos comprometidas con el apoyo directo a iniciativas que luchan por la defensa de los derechos humanos y el ambiente. Rodeamos las propuestas de construcción de paz y dignidad de comunidades en Colombia, la promoción de las visiones locales de desarrollo y la defensa del territorio.

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Asimismo, creemos que la exequibilidad de herramientas regionales como el Acuerdo de Escazú representan una ventana de oportunidad a organizaciones sociales que, como ASOQUIMBO, han promovido la exigibilidad del derecho al ambiente y la naturaleza como derecho humano. Por esta razón, celebramos la decisión de la Corte Constitucional de Colombia el pasado 28 de agosto, al declarar la constitucionalidad del Acuerdo de Escazú.

Este instrumento normativo es considerado como el primer tratado en el mundo con disposiciones vinculantes frente a la protección de personas defensoras de los derechos de la naturaleza y, así mismo, el primero en América Latina en cimentar esfuerzos institucionales de cooperación sur-sur en materia ambiental. Además, permite un mayor acceso a la información pública y a la participación ciudadana frente a asuntos que refieran al patrimonio ambiental. El Acuerdo de Escazú constituye la posibilidad de seguir robusteciendo a la institucionalidad para garantizar el derecho a la protección, a la vida y al derecho a defender derechos.