Al nororiente de la capital colombiana una bomba de tiempo estalló luego de una creciente tensión entre ciudadanos del lugar y la Policía Nacional.
Durante los confinamientos estrictos por el COVID-19 se le entregó la responsabilidad a la Policía de vigilar a los ciudadanos que no cumplieran con las medidas de aislamiento ejercidas por el gobierno colombiano. Lo que generó un “poder extralimitado” como lo nombró la organización Temblores en su informe 'Ni un minuto de silencio: 9Sin Olvido'.
Un ejemplo de esto fue la tortura y asesinato de Javier Ordoñez, una víctima de la brutalidad policial la noche del 8 de septiembre de 2020. Según las dos organizaciones, este fue uno de los detonantes más fuertes para que se desencadenaran una serie de rechazos, protestas y disturbios en la sociedad colombiana.
Jeimi Aguilera de dh Colombia cuenta que, durante el estallido social del 9 de septiembre, en el Comando de Atención Inmediata (CAI) de Verbenal ocurrieron varias situaciones: “por un lado, los uniformados se pusieron la chaqueta al revés para no dejarse ver sus identificaciones y, por el otro, los residentes vivieron hechos victimizantes como la presencia de motorizados y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD)”.
Las consecuencias de esta noche tuvieron un nuevo saldo de brutalidad y homicidio. Una de las víctimas narra que “fui víctima del abuso policial debido a que el 9 de septiembre, en las manifestaciones que se llevaban en contra del abuso policial, a mi esposo lo asesinó un policía”.
Al otro día, la Alcaldía de Bogotá compartió que en más de 10 horas de protestas fueron asesinadas 13 personas, hubo 305 heridos y 72 CAI vandalizados.
La organización dh Colombia, como parte de la campaña ‘Defender la libertad: Asunto de todas’, monitoreó, documentó y sistematizó en tiempo real las agresiones y asesinatos que se vivieron en las calles por medio del folio de impunidad ‘Barbarie y criminalidad policial: La masacre del 9 de septiembre’.
Como acto de memoria, dh Colombia organizó una galería fotográfica con las víctimas del 9 de septiembre, pero también con aquellas personas defensoras que han sido asesinadas después de la firma del acuerdo de paz. “Esto es importante porque cada cifra tiene un rostro y lo hemos venido plasmando”, expresó Castillo.
Desde aquella noche, cada nueve de cada mes las personas jóvenes de este lugar de Bogotá han venido realizando diversos actos (murales, obras de teatro, presentaciones de poesía, manifestaciones) con el fin de hacer memoria frente a lo que ocurrió el 9 de septiembre.
Desde el Fondo Noruego para los Derechos Humanos apoyamos a dh Colombia una organización que mediante su trabajo apoya a las víctimas mediante la asistencia jurídica, la comunicación y la investigación en escenarios judiciales, políticos y de reparación a partir de la preservación de archivos y la memoria histórica.
Portada: Galería fotográfica con los rostros de las personas que han sido asesinadas en el acto de memoria del 9 de septiembre de 2021. Según dh Colombia, hasta noviembre de 2021 más de 60 personas habían sido víctimas de la violencia policial y del ESMAD. Crédito: dh Colombia.