Muchas de las mujeres que habitan territorios ricos en biodiversidad en Colombia tienen una fuerte relación con la naturaleza. Comprenden que el lugar en el que viven tiene una amplia variedad de seres vivos, ecosistemas, múltiples formas de vida, y por ello los defienden de la deforestación, la degradación del suelo, la contaminación de fuentes hídricas, y cualquier actividad que pretenda destruir su hogar.
Pero este esfuerzo no ha sido valorado y, por el contrario, se les ha querido silenciar. Según Global Witness, Colombia está a la cabeza de los países más peligrosos para las personas defensoras de la tierra y el medio ambiente, donde 1 de cada 10 personas asesinadas eran mujeres.
Si bien la cantidad de asesinatos registrados contra mujeres parece ser menor, quienes actúan y se manifiestan enfrentan amenazas adicionales y específicas de género, incluida la violencia sexual. Además, se debe tener en cuenta que esta misma organización dijo que esta cifra podría ser mayor debido a la ausencia de registros en el país.
Sandra Galán es la subdirectora técnica de la Fundación Natura en Colombia y acompaña a la Red Nacional de Mujeres Defensoras del Medio Ambiente. Conformada por 35 mujeres afrocolombianas e indígenas de distintas partes del país, la red construye paz por medio del cuidado de la salud de los ecosistemas y el medio ambiente en sus territorios.
Además de las pocas garantías que ellas tienen para defender sus territorios, Galán se ha encontrado con otros obstáculos relacionados con la poca visibilidad que se le ha dado a los conflictos en las regiones alrededor de los recursos naturales y al su rol como protectoras de los recursos naturales que desarrollan las mujeres.
Aunque en muchas ocasiones los encuentros deben cumplir con una cuota femenina, ocurren varias circunstancias que no permiten que las mujeres desempeñen su labor. “Ellas sienten que hay barreras muy grandes frente a sus discursos porque oyen comentarios como «ya llegaron las mujeres aquí a decirnos cómo hacer las cosas» y esto las invisibiliza. Además, los encuentros a los que se les invita se organizan en espacios u horarios que no pueden asistir, ya sea porque no tienen dinero o porque sus deberes no se los permite”, explica Galán.
Debido a esto, la Fundación Natura decidió fortalecer las capacidades de las integrantes de la red por medio de encuentros y formación participativa en temas de legislación ambiental, equidad de género, construcción de paz, escenarios y mecanismos de participación con el fin de desarrollar una agenda con temas prioritarios.
“¡Han salido resultados maravillosos de estos encuentros! Han podido aprender en procesos intergeneracionales, han tenido la posibilidad de mostrar sus procesos, han tenido apoyo para la divulgación de su trabajo, han podido tener compañía en temas personales y de seguridad, y mucho más”, dijo Sandra Galán.
Desde el Fondo Noruego para los Derechos Humanos apoyamos a la Fundación Natura en su trabajo de consolidación de la Red Nacional de Mujeres Defensoras del Medio Ambiente para la participación incidente a nivel nacional y local.
Portada: mujeres que conforman la Red Nacional de Mujeres Defensoras del Medio Ambiente en uno de los encuentros del proyecto. Crédito: Fundación Natura.