Desde la defensa de los derechos de la mujer en zonas de conflicto hasta la lucha contra la discriminación de género, la oposición política y la reacción social, estas mujeres son cruciales para impulsar la agenda de derechos humanos. Pero a pesar de su vital contribución, las defensoras de los derechos humanos se enfrentan a riesgos desproporcionados, tanto específicos de su género como vinculados al contexto político y social más amplio de su activismo.
La labor de defensa de los derechos humanos de las mujeres no sólo es peligrosa, sino que cada vez está más penalizada y silenciada por agentes estatales y no estatales. Del 29 de noviembre al 10 de diciembre, en el Fondo Noruego para los Derechos Humanos (FNDH) lanzamos la campaña 'Mujeres que inspiran: Voces de resiliencia desde el territorio'. Durante 8 días podrás ver historias en vídeo de mujeres que demuestran que su resistencia frente a estas amenazas es inspiradora, pero también es un duro recordatorio de la urgente necesidad de una mayor protección y solidaridad.
La violencia de género
Uno de los retos más singulares a los que se enfrentan las mujeres defensoras de derechos es la violencia de género. A menudo sufren acoso, violencia sexual, amenazas contra sus familias y campañas de desprestigio pensadas para perjudicar su reputación. Según Front Line Defenders, las defensoras se ven afectadas de forma desproporcionada por la violencia sexual y las agresiones físicas en comparación con sus colegas varones, un claro recordatorio de la intersección entre la discriminación de género y la oposición política a la labor de derechos humanos.