La violencia contra las mujeres es una de las epidemias más antiguas de la humanidad. Históricamente se han ejercido acciones que van desde la agresión psicológica, económica, hasta los ataques físicos y sexuales en espacios familiares, laborales y políticos por la propia pareja, colegas, el Estado, entre otras.
En el mundo una de cada tres mujeres sufre violencia sexual o física, en su mayoría, por parte de su pareja según datos de Naciones Unidas. Y en los países con economías más débiles la cifra es alarmante, en regiones como América Latina, el 25% de las mujeres han sido objeto de violencia física.
En el caso de Colombia, la violencia se ha visto agravada por la situación de conflicto. Las mujeres de todas las edades han experimentado amenazas, asesinatos, terrorismo, torturas, desapariciones involuntarias, esclavitud sexual, violaciones, abuso sexual, embarazos y abortos forzados.
Según el Observatorio de Memoria del Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica, 51.919 mujeres han sido víctimas de conflicto armado desde 1958. Entre ellas, 18.048 han sido víctimas fatales. Por otra parte, el organismo también dio a conocer que 14.248 mujeres han sido víctimas de violencia sexual, 13.273 han sido víctimas de asesinatos selectivos y 9.307 han sido víctimas de desaparición forzada.
Desde el Fondo Noruego para los Derechos Humanos reconocemos las brechas que existen para que las mujeres puedan ejercer sus derechos humanos en plena libertad. Por eso, este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nos unimos a organizaciones de la sociedad civil en Colombia para alzar hacer visibles las distintas violencias hacia las mujeres lideresas y defensoras de los territorios en toda su diversidad (étnica, sexual, racial) en los escenarios públicos y privados.
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