¿Qué hay detrás de las cifras de deforestación en Colombia?

La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia Susana Muhamad presentó las cifras oficiales de deforestación 2023, que son las más bajas en 23 años. Sin embargo, es evidente que se están dejando de lado dos temas clave.
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Lo primero que hay que reconocer es que por primera vez el Gobierno de Colombia divulga las cifras y publica los datos al mismo tiempo, contribuyendo así a generar transparencia y democratizando cifras que suelen generar controversia, pues otras fuentes independientes de monitoreo de la deforestación como Global Forest Watch, MAPBIOMAS, WRI o MAAP no necesariamente concuerdan con los datos oficiales.

La importancia que se da a las cifras oficiales se asocia a los compromisos de la Declaración Conjunta de Intención (DCI) en la cual Alemania, Noruega y el Reino Unido acordaron apoyar al Gobierno colombiano a cumplir su ambición de reducir la deforestación y en donde se reconocen los resultados positivos a través de un esquema de pago por resultados.

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De acuerdo con las cifras compartidas el 8 de julio por el Gobierno colombiano, la deforestación se redujo en todo el país en un 36%, pasando de 123.517 hectáreas (ha) deforestadas en 2022 a 79.256 en 2023.

Aunque las cifras de 2023 son positivas, preocupa que en el primer trimestre de 2024 la deforestación estimada sea de 40.219 hectáreas (ha); es decir que ya se habría generado más del 50% de la deforestación total reportada en 2023. Posiblemente en 2024 la cifra aumente de manera importante, dado que el primer trimestre del año es el de mayor deforestación, por la época seca y las prácticas culturales de tumba y quema.

¿Pero qué hay detrás de las cifras de deforestación en 2023?

Mas allá de la cifra oficial y lo controversial que esta pueda resultar debido a la metodología utilizada, los ecosistemas que no se consideran, los compromisos internacionales o la retribución de la cooperación internacional ante los resultados positivos, quedan al menos dos grandes temas que los números no muestran:

Biodiversidad y los servicios ecosistémicos

Cada año coberturas naturales desaparecen y diversos ecosistemas se fragmentan o degradan. En 2023, los 5 departamentos con mayor deforestación que acumularon el 67% de la cifra total de Colombia tienen también una gran representatividad en términos de biodiversidad, es decir, estos ecosistemas son el hogar de muchas especies diferentes de plantas y animales. Allí se desarrollan muchas interacciones entre estas especies, y también proporcionan servicios ecosistémicos importantes para los seres humanos, como la purificación del agua, la producción de oxígeno, y la regulación del clima. En otras palabras, más allá de la cifra de hectáreas deforestadas, preocupan las pérdidas irreparables de la diversidad biológica y urgen acciones para reducir y revertir la pérdida de los bosques tropicales.

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Departamentos de Colombia con mayor deforestación vs cifras de biodiversidad reportadas.

En este sentido, se destaca el nuevo enfoque de Núcleos de Desarrollo Forestal y Biodiversidad, el cual reconoce la existencia de comunidades y economías vinculadas al bosque, que utilizan productos productos forestales maderables y no maderables.

Este año, Colombia será sede de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP16). Se espera que el país anfitrión aporte contexto y profundidad a las cifras presentadas e incluya en la agenda el reconocimiento y respeto por los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales, de acuerdo con las metas del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), a través de instancias abiertas, plurales y democráticas.

Personas que habitan y defienden los territorios deforestados

Es crucial reconocer que los territorios donde ocurre la deforestación están habitados por pueblos indígenas, personas afrocolombianas, campesinas, comunidades en situación de vulnerabilidad, dependientes directa o indirectamente de los bosques. Esto exacerba las desigualdades y genera impactos específicos como el desplazamiento, la pérdida de prácticas ancestrales y la inseguridad alimentaria.

Los niveles más altos de pobreza multidimensional se encuentran en las zonas rurales y en las zonas donde hay más bosques naturales.

Para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) “Un factor clave en la reducción de la deforestación, ha sido el papel de las organizaciones comunitarias, quienes habitan el 57% de los bosques del país distribuidos en resguardos indígenas, territorios colectivos de comunidades negras y Zonas de Reserva Campesina (ZRC)”.

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¿Y qué pasa cuando las personas mencionadas buscan defender sus territorios?

El análisis Global de Front Line Defenders reporta en 2023, al menos 300 personas defensoras de derechos humanos que fueron asesinadas en todo el mundo, de las cuales 92 (30%) eran personas defensoras de los derechos de los pueblos indígenas, y 64 (21%) defendían los derechos ambientales y territoriales. Del total, 142 (47%) fueron asesinadas en Colombia.

Según Global Witness, en 2022, 177 personas defensoras de la tierra y el ambiente fueron asesinadas en todo el mundo, 60 de ellas en Colombia (34%). Cada año, se reportan defensores asesinados, mientras otros son amenazados, criminalizados y atacados.

El Programa Colombiano Somos Defensores verificó en 2023, 436 amenazas en contra de defensores y lideres sociales en Colombia, de las cuales 145 afectaron el liderazgo indígena, 45 el liderazgo campesino y 34 el liderazgo ambiental.

La situación de las mujeres defensoras es particular; debido a su trabajo están expuestas a múltiples riesgos diferenciales que impactan su bienestar físico y psicosocial, así como su liderazgo y sus entornos organizacionales, familiares y comunitarios.

En el FNDH creemos en un abordaje integral, donde la paz, la protección de los bosques y de los derechos humanos de las personas van juntos. Por eso desde el Programa de Bosques, Ambiente y Derechos Humanos en el año 2023 apoyamos a 27 copartes locales y trabajamos con 9 socios estratégicos, apoyando las soluciones propias de comunidades locales, pueblos indígenas y afrocolombianos, y organizaciones nacionales de la sociedad civil en el reconocimiento y fortalecimiento de sus derechos y la promoción del desarrollo sostenible que conserve la biodiversidad y reduzca la deforestación, en diferentes tipos de ecosistemas en varias regiones de Colombia.

A continuación, te invitamos a conocer el trabajo de algunas de las organizaciones que apoyamos y que a través de su trabajo contribuyen a la reducción de la deforestación:

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Las participantes de la Asociación de Mujeres Campesinas Ambientalistas de la Cristalina del Lozada por sus Derechos (ASMUCACD) trabajan en una de las áreas más deforestadas de Colombia, conocida como el arco de deforestación de la Amazonia, donde convergen 3 parques nacionales: la Serranía de Chiribiquete, la Serranía de la Macarena y el Parque Nacional Natural Tinigua. Esta área tiene una historia marcada por grupos armados y desplazamientos forzados, pero también es estratégica por su conectividad ecosistémica y por su alta biodiversidad biológica.

A pesar de la firma del Acuerdo de Paz, las comunidades de la zona continúan enfrentando desafíos para lograr una paz duradera y asegurar la sostenibilidad del territorio. En este contexto, ASMUCACD ha tenido un proceso de fortalecimiento organizativo y ha propiciado la firma de acuerdos voluntarios de conservación por parte de 27 mujeres, que involucran el mejoramiento en medios de vida y el establecimiento de huertas para la soberanía y seguridad alimentaria a la vez que contribuyen al uso sostenible y a la protección del territorio.

Al norte de Colombia uno de los pueblos que cohabita la Sierra Nevada de Santa Marta, el Resguardo Indígena Kankuamo (RIK) generó una mayor apropiación por parte de las comunidades, en cuanto a las estrategias de conservación del del Bosque Seco Tropical (BST), así como el reconocimiento de las riquezas naturales del territorio a través de los recorridos en la cuenca alta y media del río Seco en donde representantes de la comunidad local identificaron espacios potenciales para la conservación y protección, permitiendo proyectar acuerdos, compromisos de monitoreo y generando una estrategia piloto para la protección del bosque y el agua.

En la región de Montes de María, al norte de Colombia, históricamente afectada por los conflictos armados, uno de los cambios positivos se ha generado a través de los esfuerzos de la Corporación Desarrollo Solidario (CDS) y sus escuelas de formación dirigidas a jóvenes, mujeres y organizaciones locales. La iniciativa ha logrado aumentar el conocimiento y la conciencia sobre el valor estratégico del bosque seco tropical, la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y la gestión forestal sostenible. Allí más de 230 personas de 5 organizaciones locales participaron activamente en estas escuelas, mayoritariamente mujeres.

Desde el FNDH, expresamos nuestro más sincero reconocimiento y apoyo a cada una de nuestras copartes en territorio, que defienden los derechos humanos y son guardianas de nuestros valiosos ecosistemas. Reconocemos que las personas que habitan y cuidan estos ecosistemas poseen un conocimiento profundo y una conexión especial con su entorno. Por ello, creemos firmemente que las soluciones deben ser planteadas con ustedes y para ustedes, integrando sus saberes y visiones para la construcción de un futuro sostenible y justo para todas y todos.

Portada e ilustraciones generadas por inteligencia artificial.

Fotografía 1: ASMUCACD

Fotografía 2: RIK

Fotografía 3: CDS