Las mujeres indígenas continúan enfrentando múltiples tipos de violencias y discriminación. Varias organizaciones de la sociedad civil explican que estos hechos han sido heredados de las prácticas coloniales y actualmente han evolucionado en formas de opresión racistas y patriarcales.
En el caso de Colombia, la Comisión de la Verdad compartió en su Informe Final que estos hechos de violencia han propiciado múltiples y persistentes agresiones contra las mujeres indígenas; violencias que se agravaron durante el conflicto armado.
Blanca Suárez es una mujer indígena del Pueblo Uitoto de Puerto Santander, Amazonas, y ha sido desplazada dos veces en el marco del conflicto armado. Suárez cuenta que para las mujeres indígenas el desplazamiento, el despojo y el abandono forzado de sus tierras y territorios han sido los hechos de violencia que más las han afectado en la guerra, y han generado una ruptura del vínculo histórico con su comprensión del territorio.
Así como Blanca Suarez, el 32% de las mujeres indígenas que contaron su historia a la Comisión de la Verdad reportaron haber sido víctimas del desplazamiento forzado en el marco del conflicto armado en Colombia. Otros hechos violentos tuvieron que ver con el despojo, las amenazas y las violencias sexuales.