La organización Familia Pasta de Conchos (Organización Familia Pasta de Conchos) se formó en 2006 luego del accidente minero que mató a 65 mineros en la mina Pasta de Conchos, en Coahuila, México. Además de trabajar para recuperar los cuerpos que quedan dentro de la mina, la OFPC trabaja para mejorar las condiciones laborales de los mineros.
En México, el gobierno ha clasificado la actividad minera como “trabajo esencial”, es decir, los mineros han tenido que continuar trabajando en las minas a pesar de la pandemia. En esas pequeñas minas de carbón es muy difícil mantener la distancia social, y los trabajadores que ya están expuestos a otras condiciones de trabajo peligrosas de las minas, también han corrido el riesgo de infectarse con COVID-19. Sin embargo, al enfrentarse a la opción de quedarse en casa sin tener ingresos o ir a trabajar, muchos mineros han optado por seguir trabajando en las minas para poder ser capaces de mantener a sus familias.