La comunidad campesina define a “Los dos ríos” como una región que se ubica entre las dos corrientes naturales de agua más importantes de Colombia: el Magdalena y el Cauca. Al norte del país esta región que abarca los territorios del Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño, Centro y Sur del Cesar, Sur de Bolívar y Magdalena Medio alberga innumerables riquezas naturales renovables y no renovables.
En una entrevista con el Fondo Noruego para los Derechos Humanos, conversamos con organizaciones sociales que se ubican en Los dos ríos y que mediante su labor aportan a la protección y conservación de los bosques naturales de este sector del país. Las organizaciones apoyadas nos hablaron acerca de la reciente emergencia humanitaria decretada por la comunidad campesina y la situación de seguridad de las personas que defienden derechos.
La situación para las personas defensoras de derechos humanos y del ambiente en esta región se ha visto marcada por una constante violencia. Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), entre 2021 y 2022 casi 60 personas fueron asesinadas en Bolívar, Antioquia y Cesar. Entre ellas están Teófilo Acuña, Jorge Tafur y José Quiñonez, tres de los líderes más importantes de la región amenazados y asesinados en el último año por su contribución a la defensa de dos predios que hacen parte de la vida de la comunidad campesina y pescadora y que los habitantes denuncian que terratenientes han secado.
¿Qué está pasando en la región de Los Dos Ríos? ¿Por qué la comunidad campesina ha declarado una emergencia humanitaria?
Cada día es más intenso, se han presentado amenazas, desplazamientos, asesinatos, retenes (ilegales) en la vía. Además de esto, se están presentando enfrentamientos entre grupos (armados legales e ilegales) en medio de las comunidades. Esto está generando mucha zozobra porque los asesinatos no solo son contra los líderes, también contra las comunidades. (Los dos ríos) es un territorio que siempre ha estado en disputa precisamente por esa riqueza que tiene en oro.
En 2022, INDEPAZ registró que 28 líderes y lideresas sociales fueron asesinadas en Bolívar, Antioquia y Cesar. ¿Por qué ocurre esto?
La principal razón de esto es por el hecho de ser una persona que está defendiendo los derechos humanos, por ser una persona que está constantemente poniendo denuncias de cada situación, por ser una persona que está acompañando a las comunidades organizadas que salvaguardan su territorio y lo protegen. En nuestro caso, denunciar todo lo que conlleva la minería, una práctica que desarrollada por diferentes grupos armados explota nuestros recursos, esto provoca que los líderes siempre seamos los que estamos constantemente señalados. Ante esto, hay muchos líderes que han sido (forzosamente) desplazados porque los grupos armados ya los tienen amenazados, y si vuelven, los asesinan.
Desde su posición como líderes sociales, ¿cómo observan esta situación que enfrentan?
Es algo muy triste que las personas que están aportando tanto a la sociedad, tengan que ser amenazadas, tengan que ser acalladas y que no puedan ejercer con libertad esta labor tan importante, porque si estos liderazgos no existieran, sería muy complejo hacer muchas cosas. Los liderazgos son muy importantes en todos los ámbitos. En este sentido, que nos callen, que no nos dejen ejercer nuestra labor con libertad es muy triste. Todos necesitamos un líder en nuestra vida.
¿Qué otras consecuencias han enfrentado las comunidades?
Se han presentado problemas de movilidad. Las personas no pueden moverse después de ciertas horas y tienen que estar encerradas en sus casas, como si estuviéramos en una prisión. Perdemos nuestro derecho a la libertad de movilidad interna y externa porque no podemos movernos ni dentro de la vereda ni en el casco urbano. De hecho, en nuestro proyecto con el Fondo Noruego para los Derechos Humanos hemos tenido que aplazar algunas capacitaciones (relacionadas con el manejo sostenible de los ecosistemas, la transformación de productos maderables y el enfoque de género) porque se necesita ingresar a unos profesionales externos y no cualquiera puede ingresar al territorio.
En el marco del “Paro regional indefinido por la vida y la permanencia en el territorio”, ¿qué se exige?
Una de las exigencias es que el Gobierno haga un alto político al reconocimiento de esta emergencia humanitaria para que tenga la obligación de dar solución. A partir de esto, se instalará una mesa de diálogo con líderes representativos y voceros de la región en la búsqueda de soluciones. Luego es importante que haya un seguimiento constante de la evolución que vaya teniendo este proceso.
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Al otro día de realizarse esta entrevista, se levantó el “Paro regional indefinido por la vida y la permanencia en el territorio” luego de que el Gobierno de Colombia en un dialogo con voceras y voceros reconociera la crisis humanitaria en los territorios y la existencia de una grave violación a los derechos humanos. Tras esta conversación, también se pactó concertar una hoja de ruta para responder a la situación que enfrentan en Los dos ríos y la creación de una comisión de declaratoria y solución compuesta por las organizaciones que hicieron parte de la movilización, el Gobierno, la comunidad internacional y las personas garantes.
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El Fondo Noruego para los Derechos Humanos proporciona su apoyo a organizaciones locales y aporta al aumento de la protección de personas en situación de vulnerabilidad y de defensoras que sufren violaciones a los derechos humanos para que puedan reclamar sus derechos y hacer que se cumplan.