Entrevista: “Haré fuerza por todas las recomendaciones, pero tendré especial óptica con las referidas a mujeres”

Hablamos con Marina Gallego, coordinadora nacional de la Ruta Pacífica de las Mujeres, sobre lo que significa su nombramiento como integrante del Comité de Seguimiento y Monitoreo del informe final de la Comisión de la Verdad.
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“Esta asignación hace parte de un camino por la búsqueda de la paz y el derecho de las mujeres a una paz estable y duradera”, dice un comunicado de la Ruta Pacífica de las Mujeres tras darse a conocer la noticia de que Marina Gallego sería una de las ocho personas que continuarían con el legado de la Comisión de la Verdad.

Además de Gallego, tres mujeres y tres hombres que se han dedicado a trabajar por la construcción de paz y por la defensa de los derechos humanos componen esta mesa en su mayoría conformada por mujeres, un hecho importante en un país donde se constató que durante el conflicto armado se registraron 14.380 mujeres víctimas de violencia sexual, de las cuales el 87,03% de ellas son afrocolombianas.

¿Cómo funciona el Comité de Seguimiento y Monitoreo? ¿Cuáles son sus funciones?

Este Comité que apenas se está conformando tendrá una secretaría técnica y funcionará en las instalaciones de la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz). Dentro de las principales funciones está la de hacer seguimiento, cada seis meses se debe sacar un informe de seguimiento y monitoreo de las recomendaciones del informe final. Por otra parte, hay unos cambios culturales en la sociedad a mediano y largo plazo para construir la reconciliación, la convivencia, la no repetición. En cuanto a la incidencia, esta se desarrollará con algunas instancias como el congreso, el presidente, los ministerios, la sociedad civil.

¿Cuál fue el proceso de selección?

Ellos [la Comisión de la Verdad] tuvieron una discusión en la que decidieron cómo funcionaría el Comité y cuántas personas iban a participar en este. Cada uno [cada comisionado] presentó alrededor de cinco posibles personas para desempeñar esta labor, cada uno mandamos nuestra hoja de vida y luego pasó a votación interna para elegir a las siete personas que actualmente estamos.

¿Cómo valora que dentro de los siete nombres esté el suyo, el de una mujer que por tantos años ha luchado por los derechos de las mujeres, especialmente los de las víctimas del conflicto armado?

Es importante que haya quedado alguien del movimiento feminista y de mujeres porque puede coadyuvar a la garantía de las recomendaciones para las mujeres que aparecen en el capítulo [Mujeres, hombres y población LGBTIQ+]. También hay que decir que ellos [la Comisión de la Verdad] tuvieron el criterio de decidir que más de la mitad de las integrantes del Comité fuéramos mujeres, somos cuatro mujeres y tres hombres.

¿Cómo será la participación de Marina Gallego, coordinadora nacional de la Ruta Pacífica de las Mujeres, en este Comité?

Tengo que hacer fuerza por todas las recomendaciones, pero tendré especial óptica con las recomendaciones referidas a las mujeres que tengan esa transversalidad. Por ejemplo, en las recomendaciones frente a seguridad yo tendré que encargarme de que tenga una perspectiva desde las mujeres, aunque en las recomendaciones generales no esté específicamente así. Esperemos que podamos hacer este seguimiento para el avance.

Colombia atravesará un cambio de gobierno en los próximos días, ¿cuál es su lectura frente a este panorama para el desarrollo de las funciones del Comité?

Creemos que este gobierno facilitará el desarrollo de estas funciones, a pesar de que las recomendaciones están estructuradas de tal forma que cualquier gobierno se pueda apropiar de ellas.

Una de las premisas del informe final dice que todos los actores armados violentaron sexualmente a las mujeres y niñas. Justo después de este lanzamiento, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) anunció la apertura de un macro caso sobre violencia sexual en el marco del conflicto. ¿Cuál es la importancia de este hecho para las mujeres víctimas y para la implementación de las recomendaciones?

El macro caso es una reivindicación del movimiento feminista y de las mujeres que hemos dicho desde la negociación [del acuerdo de paz] que hay que ponerle un ojo frente a lo que sucedió con la vida y el cuerpo de las mujeres, especialmente con la violencia sexual. Este macro caso, que tocará aspectos de violencia sexual y de la vida de las mujeres, nos parece muy importante porque hace visible una situación que ha trascurrido en el conflicto armado por todos los actores armados y en la vida privada y pública de las mujeres. Abrir un macro caso eleva el problema y de esto se derivarán otros tratamientos en la justicia ordinaria. Este será un foco importante que da luz hacia salidas en la justicia ordinaria. Este es un problema muy grande que tenemos en la justicia ordinaria en Colombia porque ha estado muy oculto en medio de las violencias de la guerra contra las mujeres. No puede ser posible que más de 600 feminicidios ocurran al año en Colombia y no pase nada. No es posible que haya más de 20 mil exámenes en Medicina Legal de abuso sexual y aquí no se tengan suficientes políticas para erradicar esto porque esta violencia se pone en un nivel más bajo que otras violencias que existen en el país. La JEP va a elevar un problema que no solo existió en el conflicto armado, sino que también tiene lugar en la sociedad. Esto dará paso a transformaciones culturales y reparadoras para las mujeres víctimas y no víctimas.

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La Ruta Pacífica de las Mujeres es una organización coparte que apoya el Fondo Noruego para los Derechos Humanos en su trabajo de fortalecimiento con mujeres jóvenes en sus múltiples diversidades como agentes de cambio y constructoras de paz en ocho territorios de Colombia: Antioquia, Bolívar, Cauca, Chocó, Putumayo, Risaralda, Santander y Valle del Cauca.