Las voces que narran las luchas desde la tierra

La organización Boca de Polen lleva dos décadas usando la comunicación para contar las reivindicaciones del campesinado y los pueblos indígenas de México.
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“Veinte años desde que el deseo de acuerpar las luchas diferentes luchas del México campesino, indígena, rural se materializara en una red de comunicadoras y comunicadores llamada como el polen, que busca expandirse más allá, a nuevos horizontes”, así de liviano y especial, como el propio polen, empieza el manifiesto de la Red de Comunicadoras y Comunicadores ‘Boca de Polen’, en Chiapas (México) que publicó esta organización con motivo de sus 20 años de trabajo por la comunicación comunitaria. Su nombre, Boca de Polen, remite al esparcimiento de la palabra como polen que germina y florece.

El poeta y periodista mexicano, Mardonio Carballo, quien firmó la introducción de la guía que conmemoró el aniversario de la red, dice que la amplificación de la voz es la amplificación de la conciencia; la conciencia es el corazón del saber. Esta red es un ejemplo de ello. Boca de Polen nació en 2001 y es hoy día una red conformada por mujeres y hombres jóvenes en su mayoría, algunos con una trayectoria en periodismo, comunicación comunitaria, producción o formación en tecnologías y radios. Desde su inicio y desde su presencia en las comunidades rurales, indígenas y campesinas, lograron tejer alianzas con redes, instituciones académicas y medios. Estas alianzas trascienden lo local, pues la red Boca de Polen se mantiene vinculada con redes regionales y nacionales donde comparten su producción radiofónica y capacitaciones, además de participar en espacios de incidencia donde se promueve la inclusión de voces diversas desde los comunitario.

Gracias a sus alianzas, lograron difundir la producción radiofónica local en el norte y sur de México, a través de medios como el Instituto Mexicano de la Radio (IMER), que tiene 18 estaciones de radio en el país; la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER) y sus 88 emisoras indígenas; y Radio INPI, radioemisora del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).

Todo su trabajo es en red. Junto con otras organizaciones han realizado diagnósticos de necesidades comunitarias y “tequios comunitarios [una forma de participación comunitaria]”, representado en apoyo colectivo en temas de tecnología a comunidades no solo en Chiapas, sino en otros estados como Oaxaca y Puebla. A partir de sus redes también han participado en el desarrollo de un Diplomado sobre Periodismo Comunitario, experiencia a partir de la cual publicaron su “Manual de periodismo comunitario”, del que algunos contenidos se han traducido al Tseltal, idioma de algunos pueblos indígenas de Chiapas.

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Un momento de la presentación del material “Historias Sonorizadas: una guía de producción para narrarnos desde la comunicación comunitaria”. Foto: Olmo Eyati

Fortalecer la comunicación comunitaria

A lo largo de sus dos décadas de existencia, Boca de Polen acompañó y capacitó a muchas personas profesionales de la comunicación comunitaria y organizaciones sociales. Además, potenciaron la presencia de procesos de comunicación indígena en medios públicos.

Pero también hubo retos. Su fundador Eugenio Bermejillo falleció, de forma repentina, en 2015, lo que les llevó a replantear su trabajo y organización institucional. Se explican a sí mismos como su propio laboratorio, pues desde su propia práctica experimentan lo que van compartiendo con otros grupos.

Durante la pandemia del Covid-19, se enfrentaron a otro obstáculo al tener que adaptarse a un mundo en pandemia y transcribir la compleja información científica en información certera y oportuna respecto sobre el derecho a la salud y a la alimentación, y las prácticas colectivas para afrontar esta situación. Ante las dificultades y cambios tecnológicos que las comunidades han vivido con la pandemia, Boca de Polen ha respondido con nuevos formatos de comunicación, nuevas herramientas y productos comunicativos, teniendo claro que la comunicación que quieren es con las personas, y son ellas quienes deben estar en el centro de cualquier proceso.

Temas como los derechos de los pueblos indígenas, la relación con los territorios y el agua, la participación de las mujeres en procesos comunitarios, la producción local de café y maíz, la soberanía alimentaria, leyendas comunitarias de cuidado de la naturaleza, de la madre tierra y de lugares sagrados, son cuestiones que forman parte de las agendas de comunicación comunitaria de Boca de Polen y de los grupos que acompañan.

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Reunión en la sede de Boca de Polen. Foto: Olmo Eyati

Conmemorando sus veinte años

Para conmemorar sus primeros 20 años de labor, Boca de Polen publicó en septiembre de 2021 “Historias Sonorizadas: una guía de producción para narrarnos desde la comunicación comunitaria”. Según sus propias palabras, en este material comparten lo que han ido aprendiendo y desaprendiendo a lo largo de 20 años en el campo de la creación radiofónica.

Como parte de su conmemoración, también publicaron el “Manifiesto de Boca de Polen: una comunicación incluyente que busque reafirmar la vida y el bien común” (lea el manifiesto completo en este enlace), una mirada a su historia en el que reafirman la escucha como práctica constante para la formación. Su intención es seguir siendo escuela de comunicadoras y comunicadores comunitarios, llegar a otros territorios del país, y continuar contando realidades que han sido invisibilizadas y marginadas, tejiendo “redes que se expandan como el polen que viaja a través del viento y cae en tierra fértil para seguir generando vida nueva”.

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Boca de Polen es coparte del Fondo Noruego para los Derechos Humanos (FNDH), que desde 2020 apoya su labor enmarcada en la línea estratégica de lucha contra la discriminación, para fortalecer los derechos de acceso a la información y la libre expresión, además de los derechos sociales y culturales de los pueblos indígenas. Además, el FNDH apoya el desarrollo de la red indígena “Voces Mayas en Red”, conformada en su mayoría por comunicadoras indígenas.

Pueden encontrar más información sobre su trabajo en su página web

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Parte del equipo de Boca de Polen. Foto: Olmo Eyati