El informe, titulado Último aviso: amenazas de muerte y asesinatos de personas defensoras de los derechos humanos, se centra en la prevalencia de los asesinatos de defensores en muchas partes del mundo y en las amenazas de muerte que suelen preceder a los asesinatos. Las cifras oficiales de asesinatos de personas defensoras de los derechos humanos a menudo sólo se comunican a nivel mundial y regional, pero no a nivel nacional. Muchas de estas personas son asesinados tras recibir amenazas de muerte y otras amenazas físicas, una cuestión que a menudo se pasa por alto.
Entre el 1 de enero de 2019 y el 30 de junio de 2020, la Relatora Especial envió comunicaciones a diez Estados miembros sobre el asesinato de 100 personas defensoras de los derechos humanos, entre ellos 17 mujeres. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) ha observado que los defensores de los derechos humanos han sido asesinados en al menos 64 países entre 2015 y 2019.
Las cifras oficiales de asesinatos a menudo sólo se comunican a nivel mundial y regional, pero no a nivel nacional. Muchas personas defensoras son asesinadas después de recibir amenazas de muerte y otras amenazas físicas, cuestión que a menudo se pasan por alto.
Según la información de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), al menos 281 personas defensoras de los derechos humanos fueron asesinadas en 2019, y 1.323 defensores han sido asesinados, si nos remontamos a 2015. Entre esos 1 323 asesinatos, 166 de las víctimas eran mujeres, y 22 eran jóvenes personas defensoras de los derechos humanos. También se registraron 45 personas defensoras de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales asesinadas entre 2015 y 2019.
América Latina es la región más afectada, y las personas defensoras del medio ambiente son las más vulnerables. Además, los asesinatos suelen quedar impunes.
"Una de cada dos víctimas de asesinatos registradas por el ACNUDH en 2019 había trabajado en cuestiones relacionadas con la tierra y el medio ambiente, el impacto de las actividades empresariales, la pobreza y los derechos de los pueblos indígenas y otras minorías". Relatora Especial de la ONU para la situación de los personas defensoras de los derechos humanos, Mary Lawlor.
En el informe, la Relatora Especial se centra en parte en las amenazas de muerte y en la medida en que pueden considerarse predictores de ataques, así como en las intervenciones que podrían ser eficaces para reducir los ataques después de recibir una amenaza de muerte. Muchos gobiernos están fallando en la protección de los defensores de los derechos humanos de ser asesinados y atacados tanto por actores estatales como no estatales, y particularmente las mujeres y los periodistas han recibido un mayor número de amenazas.
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