Entrevista: “No permanecer en silencio hasta encontrarles es un asunto de todas y todos”

Hablamos con Leonor Marina Restrepo, de la Corporación Región, para conocer el trabajo que realiza esta organización colombiana con familiares de víctimas de desaparición forzada.
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Medellín (Colombia, mayo de 2021). El problema de las desapariciones forzadas en Colombia es de tan magnitud que se hace complicado incluso buscar una comparación acorde. Vamos a intentarlo. Imagina el número de personas que te cruzas en un día normal, mejor en un día pre-pandemia. Te levantas, saludas a tu esposo o esposa, hijos, y sales a correr por el parque donde te cruzas con otros corredores; con el que está abriendo la cafetería de la esquina y con la vecina del quinto al regresar. Luego dejas a los niños en el colegio, y en el camino te cruzas con otras decenas de coches con familias enteras yendo a la escuela y a trabajar también. Llegas a la oficina. Hablas de cómo fue el fin de semana con tus compañeros, tienes una reunión y luego otra (presencial, claro). Ya es por la tarde, antes de llegar a casa recuerdas que tenías que comprar unas pizzas para la cena. En el supermercado, desfilas entre pasillos con algunas personas buscando también algo qué cenar. Llegas a casa, agotado seguramente. Hagamos matemáticas y digamos que te cruzaste con unas 110 personas ese día. Ahora piensa por un momento que las personas con las que te cruzaste ese día desaparecen. Ahora piensa que las personas con las que compartiste cualquier momento ese día y todos los días de los tres años anteriores, desaparecen. El resultado de esa cifra podría equipararse a los 124.000 desaparecidos durante el conflicto armado en Colombia.

La Corporación Región, con sede en Medellín, lleva tres décadas trabajando en varias regiones de Colombia, en el fortalecimiento de la democracia, haciendo memoria sobre el conflicto armado y contribuyendo con la construcción de la paz. Hoy, está acompañando a familias que un día dejaron de conocer donde estaba su hijo, su hija, padre, hermano, tío, etc. Con el Proyecto “Memorias de la Ausencia”, quieren ir más allá, aplicando un proceso innovador, acompañando a las familias de una forma más cercana. Hablamos con Leonor Marina Restrepo, para conocer sobre el trabajo que realiza esta organización colombiana de derechos humanos.

¿Cómo surgió la metodología que usan en este proyecto?

Memorias de la Ausencia nace de la investigación de la antropóloga Andrea Romero Vargas para la Universidad de Antioquia. Ella lleva 11 años acompañando a las familias de las víctimas de desaparición forzada y en ese camino, implementó una metodología con el enfoque de “Acción Forense sin Daño”, que quiere hacer memoria a partir de los recuerdos desde una perspectiva más tranquila y no desde el dolor. Que el hacer memoria empiece por una conversación sobre algunos recuerdos más tranquilos como por ejemplo “¿Qué es lo más bello que recuerdas de tu familiar?” Y a partir de ahí, recogemos el testimonio y realizamos la documentación que entregaremos a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, información que es indispensable para la identificación de los cuerpos.

¿Qué es lo que esperan conseguir con este nuevo enfoque?

Que los testimonios queden en la memoria, de los municipios y del mundo entero, porque la desaparición forzada es un paréntesis en la vida de las personas: no está, muerto no está vivo…esta incertidumbre exige que estas familias sean reparadas.

Según las cifras oficiales, hay más de 124.000 personas desaparecidas en Colombia ¿qué supone para una familia no saber si su hijo, hermano, padre o madre sigue con vida?

Hay campesinos y jóvenes de quienes un día no se supo más, y ahora con la firma de los Acuerdos de Paz se abre una esperanza para las familias. Este proyecto les hace sentirse reconocidas, es una oportunidad de que retomen la confianza en el Estado, porque la desconfianza es una fractura muy grave en nuestro país. Las 120.000 desaparecidas han caminado muy solas. Hacer visibles y denunciar las despariciones, no permanecer en silencio hasta encontrarles, es un asunto de todas y todos.

“Este proyecto les hace sentirse reconocidas, es una oportunidad de que retomen la confianza en el Estado“ Leonor Marina Restrepo, Corporación Región.

Dicen que no hay dolor más grande para una madre que perder a un hijo pero igual no saber si está vivo o muerto en algún lugar, puede que lo supere…

Exactamente. Porque hay incertidumbre, hay un antes y un después en la vida y ellas tienen la esperanza de encontrarles vivos, o como dicen las mamás “Yo quiero por lo menos tener un huesito…algo que me diga que apareció, y que lo puedo sepultar dignamente”.

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Material pedagógico que forma parte de la metodología del proyecto con el que trabajan con las familias de las víctimas de desaparición forzada. Crédito: Corporación Región

¿Cómo fue el apoyo del Fondo Noruego para los Derechos Humanos?

El acompañamiento es muy importante, respeta las metodologías que proponen acercamientos más humano a las familias, y que se acompañan desde lo técnico. Además, tienen apertura y flexibilidad, para hacer ajustes.

Cuéntenos por qué es importante seguir con la búsqueda de las personas desaparecidas en Colombia.

Está en juego la dignidad del ser humano. Una mamá, un papá, una hermana, un hijo, que perdió un ser querido, es un hecho irreparable. Hay que recuperar otro lugar en el mundo, donde seamos libres y todos quepamos, para que habitemos esta tierra de la manera más digna y para que lo diverso, lo diferente, tenga un lugar en la existencia. Eso que el otro quiso decir y que le cortamos la posibilidad de nombrarlo, es único y nos lo perdemos, y no sabemos donde está ese milagro que la existencia de alguien pone en la vida de otro ser humano.

Fotografías usadas: María Camila Agudelo, Corporación Región.